La aparición del Sistema de Posicionamiento Global, más conocido como Global Positioning System (GPS), ha revolucionado las comunicaciones ya que puede posicionar cualquier elemento con una precisión de escasos metros en toda la Tierra. Además, reconoce todas las vías de comunicación por las que transitan las personas o los vehículos. Sin embargo, hace quinientos años, la realidad era bien distinta.
Los viajeros de la época que discurrían por los caminos lo solían hacer caminando o en caballería, ya fuera propia o alquilada, dependiendo de las capacidades económicas de cada uno. Además, los mapas de itinerarios eran un lujo a los que pocos podían acceder. Así, con el desarrollo de las comunicaciones gracias a la unidad de la monarquía hispánica bajo el reinado de Carlos I, encontramos los primeros Repertorios modernos de Caminos hacía el siglo XVI.
El mapa que describimos esta semana es del cartógrafo español de origen valenciano Pedro Juan Villuga. En 1546, publicó su Repertorio de los Caminos de España en la ciudad vallisoletana de Medina del Campo, titulado “Repertorio de todos los caminos en el qual allaran qualquier viaje que quieran andar muy provechoso para todos los caminantes”. La obra de Villuga es un auténtico mapa de carreteras de la época, compuesto por 139 itinerarios cifrados en 19.000 kilómetros tras eliminar superposiciones y duplicidades.
Respecto al caso de Almansa, nuestra ciudad era una de las poblaciones principales del itinerario nº 57 correspondiente a la ruta Valencia-Sevilla. El camino partía desde Valencia atravesando las poblaciones de Catarroja, Silla, Almussafes, Algemesí, Alcira, Játiva y Mogente. Tras una parada más en la Venta del Puerto, el camino llegaba a Almansa. Tras abandonar nuestra ciudad, el camino seguía por la actual provincia de Albacete hacia Chinchilla, Balazote en dirección hacia Jaén. Una vez se introducía en Andalucía, avanzaba hacía Córdoba y, tras unos kilómetros llegaba a Sevilla.