Esta semana volvemos a presentar un nuevo mapa en nuestra sección de cartografía histórica. Esta vez, con el mapa de la península Ibérica de Cornelis Danckerts de 1633. Como siempre, la descripción viene dada por el historiador José Ibáñez.
Esperamos que os guste!
El mapa pertenece al grabador de origen neerlandés Cornelis Danckerts (1603-1656). Nació a principios del siglo XVII en Ámsterdam. Se dedicó a la impresión entre 1628 y 1656, iniciando una importante dinastía de grabadores. Entre los años 1633 y 1656 publicó un plano cartográfico bajo el título Nova et Accurata Regnorum Hispaniae descriptio.
Es un bello e importante mapa mural que presenta unas dimensiones de 109 x 124 centímetros. Es el único ejemplar catalogado que se conserva. En la parte central del margen inferior aparece una nota explicativa referida a los topónimos. De este modo, aparecen los nombres antiguos en mayúsculas y los modernos en minúsculas.
Aparece el relieve por montes de perfil y sombreado. También muestra el arbolado y la red hidrográfica. La toponimia es escasa excepto en Cataluña, Valencia, Galicia y el norte de Portugal.
En el margen inferior derecho aparece una cartela coronada por un león que sostiene una espada en su mano izquierda. A su alrededor se muestran los escudos de la Corona Española sostenido por un león y un grifo. Además, existen una serie de dibujos como las embarcaciones, un combate naval y un monstruo marino. Por último, aparece en el norte de África una pareja de leones y tres leopardos que simbolizan la fuerza.
El siglo XVII será una época marcada por una crisis general y un estancamiento de la población en el continente europeo. Las causas se tienen que buscar en las guerras seculares, la migración a América, epidemias, pestes y la expulsión de los moriscos de la península. Almansa no será menos y, a mitad de siglo, algunas zonas quedarán despobladas. El 4 de enero de 1647, se trasladó la Casa Consistorial al pósito o granero municipal situado en la plaza de San Agustín. Sin embargo, la plaza de la Casa Grande seguía siendo la principal. En un padrón fechado entre 1665-1666, Almansa contaba con 755 vecinos o cabezas de familia. Se distribuían en 25 calles siendo las más importantes: la calle del Campo, San Sebastián (Aniceto Coloma), la plaza de la Iglesia y la Corredera (según Pereda Hernández).
En cambio, en el siglo XVIII se producirá un incremento demográfico en Almansa. La población doblará sus habitantes, pasando de 1.040 vecinos (4.680 habitantes) en 1755 a 6.070 habitantes en 1786. El crecimiento urbano girará en torno al sector occidental ya que las inundaciones de la Rambla en el siglo XVI así lo aconsejaban.
José Ibáñez – Historiador