En esta exposición, hemos podido conocer a una serie de cartógrafos que gracias a su trabajo se fue configurando un gran mapa mundial como si de un puzzle se tratase. El conocimiento cartográfico fue lento, ya que para su desarrollo había que tener en cuenta una serie de dificultades como el estudio detallado, la ausencia de vistas aéreas, unas difíciles y lentas comunicaciones y la transmisión de conocimiento entre otras.
Con el avance de los descubrimientos marinos y, sobre todo, con los hallazgos de América en 1492 por Cristóbal Colón y más tarde el del océano Pacífico por Vasco Núñez de Balboa en 1513, permitieron que se pudiera completar el mapa del mundo.
Unos años después de los hallazgos americanos nacía en Amberes (Bélgica) Abraham Ortelius (1527-1598). Tuvo una variada educación en lenguas, ciencias y artes. Aprendió el oficio de grabador e ilustrador dedicándose a la venta de mapas, libros y antigüedades. El comercio le permitió viajar por distintos lugares de Europa creando una serie de contactos académicos que se interesaban al igual que él por la exploración del mundo.
Ortelius estudió los mapas de cartógrafos anteriores y comprendió que había información obsoleta de años anteriores. De este modo, se encomendó en la tarea de corregir y poner al día la cartografía de su tiempo.
El mapa de la península Ibérica que analizamos esta semana está integrado en su obra “Theatrum Orbis Terrarum” (1570). La publicación contaba con un mapa mundial y mapas más específicos de Europa, África y Asia. Estaba constituido de 70 mapas en 53 hojas. De esta obra se publicaron 31 ediciones traducidas a 7 lenguas diferentes, entre ellas el español en 1588.
Gracias a su gran obra, a Abraham Ortelius se le conoce como “el Ptolomeo del siglo XVI”. La selección crítica de material, su formato de publicación uniforme y la gran bibliografía de autores utilizados lo catalogan como el primer atlas mundial. Su fama hizo que fuera contratado por el gran monarca Felipe II como geógrafo oficial permitiéndole acceder a la cartografía de los exploradores españoles y portugueses.
Respecto al mapa de la península Ibérica, Ortelius lo incluyó en la primera edición del atlas “Theatrum Orbis Terrarum” de 1570. Bajo el título: Regni Hispaniae Post Omnium Editiones Locupletissima Descriptio, Ortilius realizó el mapa a color con unas dimensiones de 43 x 54 centímetros. El mapa se muestra orientado y con los márgenes graduados. El relieve muestra los montes de perfil y sombreado. Sobre la hidrografía, aparecen los ríos y el mar aparece con un fino punteado y realzado en azul. Las ciudades, al igual que en otros mapas, están representadas por conjuntos de edificaciones según su importancia. En el ángulo inferior derecho se ubica una cartela arquitectónica con el título del mapa y en el izquierdo la escala en cartela coronada por un compás.
José Ibáñez – Historiador