Esta semana, en la sección de cartografía histórica, presentamos el nuevo mapa, del año 1560 realizado por Paulo, di Forlani Veronese. Como siempre, adjuntamos la descripción del mapa, de la mano del historiador José Ibáñez. En este caso, presentamos dos fotografías del mismo mapa, tanto la pieza original, como en color. Esperamos que os guste!
En 1560 se publicó en la ciudad italiana de Venecia un mapa cartográfico de la península Ibérica, las islas Baleares y la costa norte de África. El autor de dicha publicación es el italiano Paulo di Forlani Veronese. Las dimensiones del mapa son 44 x 55 centímetros en una hoja de 47,5 x 58 centímetros. El mapa, que no muestra título, está basado en el mapa mural de Vicenzo da Curzola de 1551.
Respecto a las características del plano, aparece la rotulación de grados y las subdivisiones de 10’ indicados los puntos cardinales. En el ángulo inferior izquierdo, aparece una cartela que contiene en italiano una inscripción dedicada a Alessandro Serego en la que menciona las ciencias geográficas y a España. En el ángulo opuesto, muestra una leyenda dedicada a los usuarios del mapa firmada por el autor y, debajo, el nombre del editor Ferando Berteli.
Di Forlani muestra el relieve geográfico mediante perfiles de montañas abatidos. También aparecen una serie de núcleos de población simbolizados mediante el dibujo de edificios y puentes. La categoría de la ciudad está reflejada según el tamaño de la misma. Los recursos hidrográficos están representados con los principales ríos de la península y sus afluentes más importantes. Se diferencian en que los primeros aparecen con el nombre, un doble margen y el dibujo de las aguas. En cuanto al mar, se muestra punteado; la costa figura con un rayado horizontal. El autor también utiliza el recurso de dibujar barcos y algún pez fantástico que simboliza el desconocimiento marino.
En el aspecto heráldico, Paulo di Forlani muestra los escudos de los antiguos reinos hispánicos. La peculiaridad de este plano cartográfico es que ha llegado también en color. De esta forma, se puede observar con mayor nitidez las características geográficas del mapa.
La conquista de los territorios de al-Ándalus por parte de los Reyes Católicos motivó en 1502 una pragmática reconversión religiosa de los antiguos musulmanes de la península. Esta mano de obra morisca fue muy importante en algunos reinos como en Aragón o Valencia. En nuestra ciudad no se tiene noticia de ellos hasta 1570. Se ha podido constatar que a partir de ese periodo se inscriben nacimientos en los libros bautismales de Almansa de esa etnia. El hecho de que no se tuviera noticias de ellos con anterioridad se debe a su condición esclava y servil. Además, tras la rebelión morisca de las Alpujarras de 1571, en la que varios vecinos almanseños participaron, el Concejo de Almansa realizó una súplica al Rey solicitando el asentamiento de 70 moriscos casados para revertir la situación de falta de mano de obra.
Es probable que estos vecinos de Almansa trajesen a la población esos esclavos, para ser vendidos o repartidos entre las familias nobles de la villa. Quizá esta pequeña comunidad morisca es el origen de unos de los lugares más históricos de Almansa, el barrio de la Morería. A lo largo de los años, se ha conservado el topónimo en la ciudad que, designa una pequeña calle que antiguamente estaba separada por el Camino Real. Actualmente, está completamente integrada en la población. La capilla de Nuestra Señora del Rosario, más conocida como “La Capillica”, sería la puerta de acceso a la Morería. La construcción de esta capilla a la entrada del barrio morisco respondería a la reafirmación de fe de los conversos.
José Ibáñez – Historiador